Drogas y el afán prohibidor

Un ensayo sobre las drogas, las prohibiciones y los delirios colectivos

Una idea de Jordi Cebrián

Y así estamos...

Con Reagan se alcanzará un brutal punto de inflexión en cuanto a la manera de tratar con el problema de las drogas. Aparecerá entonces con fuerza el concepto de ‘war on drugs’, guerra contra las drogas, que se mantiene hasta nuestros días. La idea es simple: nuestro principal problema son las drogas, que minan nuestra sociedad, destruyen a nuestros jóvenes y amenazan nuestro futuro. Hay que poner todos los medios represivos, policiales y militares, para erradicar la plaga. Y, como en toda guerra, todo vale. Para defender tan legítimos intereses, EE.UU. podrá intervenir en los asuntos de otros países e invadirles si llega el caso. A partir de entonces se llenarán las cárceles, se reducirán los derechos civiles, aumentará la histeria y se incrementará, como veremos en el siguiente capítulo, el consumo y el daño producido por las drogas y su represión.

¿Y qué pasa fuera de EE.UU? Sin apenas matices, el seguidismo es absoluto. Y, aunque entre las democracias occidentales EE.UU. se lleva la palma en cuanto a cúmulo de despropósitos en la lucha contra las drogas, no faltan dictaduras y tiranías de todo tipo que, discípulos aventajados, usan la guerra contra las drogas como excusa perfecta para subyugar y reprimir a los ciudadanos.