Drogas y el afán prohibidor

Un ensayo sobre las drogas, las prohibiciones y los delirios colectivos

Una idea de Jordi Cebrián

El problema de la 'droga': Orden público.

Éste es mucho más concreto. La Droga, se nos dice, lleva a la gente a robar y matar para conseguir sus dosis. Éste es el aspecto más llamativo y dramático de la cuestión. Pero también pasa que las organizaciones mafiosas no se andan con chiquitas a la hora de extender sus dominios y organizan guerras de bandas, atentados y 'vendettas' a diestro y siniestro. En este aspecto del problema, que no es discutido por nadie, pocos son los que se atreven a negar que las causas de todo esto hay que buscarlas más que en la Droga, en su prohibición. Hablaremos de ello, pero baste apuntar que con una política no prohibicionista, el mercado negro y la delincuencia asociada al tráfico desaparecería por completo. Se recurre a menudo al ejemplo de la promulgación de la Ley Seca en EEUU a principios de siglo para mostrar cómo una prohibición es capaz de generar la aparición del crimen organizado y crear una inseguridad ciudadana de proporciones increíbles. Pero existe también un hecho que hace ligar el aspecto de orden público con el aspecto moral: los drogadictos se drogan en medio de la calle, provocando con ello un escándalo público considerable. Además, se ponen como locos y van amenazando y gritando a todo el mundo, sembrando el miedo y el terror a su paso. Y, a menudo, cogen el coche y, como van colocados, se estrellan contra lo primero que pillan. Porque, tal y como se vio en el apartado anterior, es creencia común que el drogado es un ser violento, a quien su degradación cerebral y las visiones alucinatorias que la Droga le induce le llevan a violar a quien se ponga a tiro e incluso a cosas peores. Así pues, el drogadicto (en nuestro imaginario colectivo, no se puede ser usuario de las drogas sino sólo drogadicto, toxicómano o drogodependiente) es peligroso antes de consumir (porque lleva el mono y hace cualquier cosa por una dosis), mientras consume (porque la Droga le hace perder el control de sí mismo) y después de hacerlo (porque la Droga ya le ha vuelto loco y su cerebro es como un huevo frito).