Drogas y el afán prohibidor

Un ensayo sobre las drogas, las prohibiciones y los delirios colectivos

Una idea de Jordi Cebrián

Argumentos contra la legalización: Se incrementaría el consumo de drogas

Legalizar las drogas incrementaría muchísimo su consumo. La curiosidad, ya no limitada por las restricciones legales, unida al fácil acceso a las drogas, tentaría a mucha gente. Aun cuando eso solventara los problemas de la delincuencia asociada, esa escalada del consumo es un coste demasiado alto.

Este argumento puede rebatirse de varías maneras. Las corrientes más liberales, responderían que, en cualquier caso, la decisión de drogarse o no es un derecho individual y que el Estado no debe decidir qué actitudes o comportamientos son permisibles a nivel individual aun cuando puedan ser potencialmente peligrosos para quien los practica. También, sin ser incompatible con el anterior, otro argumento utilizado a menudo por ciertos antiprohibicionistas es el de que el uso no tiene por qué incrementarse dado que, de facto, las drogas son ya accesibles para quien quiera hacer uso de ellas, siendo tan sólo la voluntad individual de probarlas o de abstenerse de ellas la que fija el número de consumidores. Además, argumentan, la situación de prohibición hace atrayentes las drogas para determinados sectores, en especial de la juventud, por lo que tienen de forma de protesta ante la sociedad. Al desaparecer la prohibición, las drogas se vulgarizarían y perderían gran parte de su interés.

Desde mi punto de vista, y sin negar la validez de los anteriores razonamientos, creo que es imprescindible reconocer que los prohibicionistas tienen razón en lo que respecta al incremento del consumo, pero que a partir de este hecho llegan a conclusiones erróneas. Veamos. Cuando algo ha estado prohibido, la liberalización conlleva siempre un interés superior al que existiría en una situación de normalidad. Es uno más de los muchos efectos colaterales del sistema prohibicionista. En este sentido, existiría probablemente un número superior de personas que probarían, por curiosidad, ciertas drogas. El consumo de marihuana se incrementaría inicialmente, pero difícilmente lo haría el de heroína. Si partimos de la base que todo uso de drogas es malo y desemboca en la perdición física y moral de la persona, este incremento del uso nos asustará. Si, como he intentando poner de manifiesto a lo largo del ensayo y, principalmente en el primer capítulo, el uso de drogas no conlleva su abuso y los principales problemas sanitarias, sociales y morales son derivados de la prohibición, en nada debería asustarnos que se incrementara el consumo de ciertas sustancias, habida cuenta de que desaparecerían la mayor parte de las consecuencias que ahora nos atemorizan. Afortunadamente, y aunque la especulación puede ser interesante, tenemos algunos ejemplos que nos permiten observar, en condiciones de laboratorio, la incidencia de la legalización en el consumo. Esto es así en el caso de Holanda, donde la venta y uso de marihuana está explícitamente tolerado por las autoridades. En todo el país, existen centenares de coffee-shops, lugares donde se vende cannabis en cualquiera de sus variedades. Esto ocurre desde hace 25 años y las estadísticas nos demuestran que el porcentaje de consumidores no es superior al del resto de los países occidentales y muy inferior, de hecho, al de EE.UU. Con la ventaja añadida de que en Holanda los usuarios disponen de un producto más barato, más sano y de más calidad que el del resto de países donde la marihuana está prohibida. Y, además, el principal y más peligroso efecto secundario de la marihuna no se da en Holanda; estoy refiriéndome a la cárcel.

En cualquier caso, algunos factores más deben tenerse en cuenta. La legalización supondría un ahorro sustancial para las arcas de los estados. El dinero destinado a la lucha contra la Droga, que en estos momentos va a parar indirectamente al enriquecimiento de las mafias y a la corrupción de los aparatos estatales, podría destinarse, junto con los impuestos obtenidos en la venta, a las campañas de educación y sanitarias necesarias para favorecer una utilización responsable de las drogas. No olvidemos, por otra parte, que el uso de otras sustancias, en especial la marihuana, podría hacer decrecer el consumo de una droga que, aunque ahora legal, es sin duda mucho más peligrosa. Me refiero al alcohol. Éste es otro de los datos que podemos aprender de la experiencia holandesa, donde el consumo de alcohol por parte de los jóvenes ha decrecido ostensiblemente.

Un último comentario. Es una muestra clara de cómo se han ido olvidando las motivaciones iniciales de la prohibición de las drogas, el hecho de que se use, para dimensionar el problema, el número de usuarios más que la proporción entre consumidores y perjuicios provocados por su consumo. Supongamos un caso teórico. Una acción política determinada multiplica por dos el número de usuarios de una droga, pero reduce a la mitad el daño, individual y colectivo, ocasionado antes de la medida. Desde una postura prohibicionista clásica, con base moral, la respuesta sería rechazar dicha acción, es decir, no incrementar el número de usuarios de droga bajo ningún concepto, aunque para ello hayan de mantenerse situaciones de sufrimiento que de otro modo se habrían evitado. Desde el punto de vista opuesto, una política basada en la ‘reducción de daños’, sería partidario de la medida, dado que reduce el daño total.

10 Comments:

Anonymous Anonymous said...

cero brillo tu wea de ensayo hasta yo redacto mas bien qur tu y tengo incluso mejor lexicologia eso

8:42 AM  
Anonymous Anonymous said...

Brillante!! En México tenemos un partido qué su principal objetivo en las próximas elecciones es la legalización abosulta de las drogas.

Me da pena qué la gente siga queriendo la tutela de "papá gobierno" para todo. Si se legaliza la droga, tendremos qué educar de verdad a nuestros hijos. :) Eso es mucho trabajo para un pueblo acostumbrado a qué le digan cómo pensar.

1:37 PM  
Blogger Trevinho said...

Se que soy la persona número 'n' que te felicita, pero pues eso, felicidades por tu ensayo. Estoy apenas comenzando a leerlo y de forma más bien revuelta según el orden de mi interés.

Solo una sugerencia no relacionada con tu trabajo: sería conveniente que los comentarios de los usuarios no solo reflejasen la hora sino el día, mes y año de los mismos.

PD: Recomiendo un documental para todo aquel que quiera entender mejor la problemática respecto a la marihuana y su legalización. Se llama 'The Union: The Bussiness Behind Getting High'
http://www.google.com.mx/url?sa=t&source=web&ct=res&cd=1&ved=0CBQQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.flordeconciencia.org%2F2009%2F04%2Funion-el-negocio-detras-de-la.html&ei=zmT_S5i7JJ_QMo6tuDs&usg=AFQjCNH3RKnMdWVDxqJreQfwf4mbnR5Exg&sig2=vj-kisLBK9fWlnB0PU7feQ

11:38 PM  
Anonymous Anonymous said...

sale... mas bien ;) se ve wue tienes una ortografia tan impecable para hacer algo mejor... 8-)

6:45 PM  
Anonymous Anonymous said...

se ve*

6:45 PM  
Anonymous Anonymous said...

picete el $%&%

3:48 PM  
Anonymous Anonymous said...

picete el $%&%

3:48 PM  
Anonymous Anonymous said...

por si no entendiste, era "picate el &%$%"

3:49 PM  
Anonymous lucy said...

muy bueno tu articulo y el que pone anonymous que poca .... para poner esso y para acabarla no pones tu nombre che culo(a) y si crees que es malo pues entonces ya te estas tardando para hacer uno tu !!!

11:38 PM  
Anonymous Anonymous said...

El post es interesante, pero hay opiniones valorativas y muy personales, que no dan cuenta de algun estudio previo riguroso.Sino mas bien un intercambio de opiniones.El tema de las drogas y todo lo que trae aparejado hay que leerlo de las distintas vertientes que conciernen al problema ,social, economico, politico, entre otros.

Barrilete cosmico

4:16 PM  

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