Drogas y el afán prohibidor

Un ensayo sobre las drogas, las prohibiciones y los delirios colectivos

Una idea de Jordi Cebrián

Argumentos contra la legalización: Debería ser una medida conjunta de todos los paises

La legalización no es posible más que si la medida es tomada de manera conjunta por todos los países. Si sólo un país optara por esta solución, se convertiría en el paraíso de todos los drogadictos mundiales, que acudirían en masa ocasionando desastres sin cuento.

Este repetido argumento encierra discusiones interesantes. El problema con este argumento es que es usado a menudo como excusa para la inacción para aquellos a quienes la prohibición ya les está bien y no creen que haya que cambiar nada. Por eso, para comentar este punto partiré del supuesto de que estamos convencidos no sólo de las nefastas consecuencias de la prohibición, sino de la injusticia básica de las leyes antidroga. Bajo esta premisa, no puede servirnos como argumento para la inacción el hecho de que otros países mantengan legislaciones más restrictivas. En la actualidad, las políticas antidrogas de todos los estados, aunque basadas todas en el prohibicionismo, presentan diferentes grados de rigor. Desde la pena de muerte para el tráfico de drogas que se aplica en países como China o Tailandia, y que se ha propuesto en EE.UU. por parte del portavoz republicano en el Congreso, Newt Gringich; hasta la despenalización, en la práctica, de las pequeñas transacciones de determinadas sustancias que existe en Holanda. Tal como he comentado anteriormente, el proceso de descriminalización de todo lo relacionado con las drogas puede ser complejo y la internacionalización del problema no es más que uno más de los aspectos a tener en cuenta para su puesta en marcha. Pero los obstáculos, inevitables para transformar una situación viciada por tantos años de Cruzada, no deben hacernos perder de vista que las políticas sobre drogas deben orientarse hacia posturas mucho más liberales que las actuales.

Desgraciadamente, la internacionalización del problema actúa como freno para los cambios por motivos diferentes a los expresados en el enunciado. Cómo hemos visto en un capítulo anterior, el tema de las drogas está siendo usado, principalmente por EE.UU., como coartada y excusa oficial para mantener posiciones de poder sobre países productores o importadores de droga. La invasión de Panamá; las intervenciones militares en Colombia, México o Bolivia; las presiones, en general, a todos aquellos países a los que puede acusarse, si no se portan bien, de pervertir a la juventud americana. Todos estos son ejemplos de la gran arma política que la Droga, con mayúsculas, representa para quienes, bajo la excusa de la Salud Pública, persiguen intereses económicos o geoestratégicos.